Roberto además era un destacado escritor por lo cual podría ir relatando todas las vivencias en el camino y terminar publicando un libro que luego lo venderían mientras emprenderían el retorno a casa.
Pero luego le sucedió lo que le suele pasar a mucha gente, se casaron llegó el primer hijo y esta historia quedó son concretarse.
La realidad parecía quebrar definitivamente las alas de los sueños pendientes, tenían que pensar en la construcción una casa, en tener un trabajo seguro y sobre todas las cosas en un bienestar económico para el propio hijo.
Pero tenemos que aprender a postergar por un tiempo lo que deseamos concretar y luego reemprender el camino de los sueños si queremos ser realmente felices... Eso es lo que hicieron y hoy están recorriendo la Argentina de la misma manera que lo hizo Claudio Cruces y su amigo con su libro, a través de la literatura.
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